Todo lo que necesitamos es amor. All we need is love.
La vida no ha sido fácil.
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La vida nunca ha sido fácil para mí. Será por cierto grado de pereza, o preparación. Las peleas, los pleitos, las dificultades, sólo me han hecho actuar al verme en el borde de mi resistencia. Mayormente pacífico, analítico, gustando aprender y entender lo que me rodea, las peleas de este mundo me han parecido mayormente inútiles e innecesarias. Hemos complicado tanto las cosas, nos la hemos puesto difícil a nosotros mismos. Requisitos para esto, dinero para lo otro. Tener una casa, sacrificarse por comprarla, toda una vida para conseguirla, y cuando la tenemos, estamos contentos por un tiempo, hasta que las cuotas de la hipoteca aprietan y debemos luchar por conseguir para los pagos.
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El estudio, un privilegio, una dificultad enorme, el conocimiento encerrado dentro de cuatro paredes, complejamente descrito, de tal forma que quien quiera aprender deberá esforzarse enormemente para entender, si es que no cuenta con la bendición de tener quién se lo enseñe y le guie en el descubrimiento de las verdades contenidas en las ciencias conocidas. Las universidades son demasiado caras, la enseñanza es pobre, aburrida, innatural; incómodos asientos en una sala poblada de personas que no siempre están interesadas en lo que se imparte. Profesores cansados, mal pagados, sobrecargados de trabajo burocrático, con problemas para cuidar de su propia familia, y no sólo ellos, sino todos nosotros, que estamos estresados y extenuados por causa de la gran cantidad de obstáculos y trabajos del día a día. Me siento cansado de eso. Estamos además en plena pandemia, provocada por la codicia humana. Nuestra salud se deteriora cada día, horas de trabajo, día a día, ¿para qué? para recibir una paga que no cubre las necesidades para llegar a fin de mes. Sueños y proyectos dejados de lado, potencial aplastado por el miedo y la necesidad. Y por la ceguera de aquellos que nos emplean para cubrir sus necesidades, pero no las nuestras, nos dan trabajo, pero no ven lo que nos apasiona, lo que haría que su negocio florezca constantemente, por ceguera, por desconfianza, porque hay muchos que han dañado la confianza de los que han llevado a esta empresa a donde está ahora.
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Una oportunidad es necesaria, una mirada y una espera, así como cuando éramos niños y nos daban una bicicleta, sea nueva, usada o prestada, aprender a usarla se volvía un desafío necesario, para salir con nuestros primos o amigos a dar la vuelta la manzana, a jugar en la plaza y hacer carreras en los paseos peatonales, hacerlo nos abría el mundo, y lo disfrutábamos, cada vez, aun después de las caídas, sin traumas emocionales, nos encantaba. Así el trabajo debe apasionarnos, animarnos a continuar, a seguir pedaleando junto a nuestros compañeros y ser desafiados de vez en cuando, para sentir la emoción de una carrera, o la tranquilidad apacible de un paseo, en un hermoso día de sol.
Necesitamos más padres y menos jefes, mentores que vean el potencial y que nos ayuden a montar la bicicleta de la vida y nos enseñen a disfrutarla y estén con nosotros cuando nos caigamos, gente sabia, lista para ayudarnos, enseñarnos y corregirnos, con amor, porque eso es todo lo que necesitamos.
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